martes, 19 de abril de 2011

102.

Justo cuando sentía que renunciaba, te volviste y me diste una ultima caricia, que hizo que todo estuviese mejor y mis ojos se humedecieran.
Tan confundida quise preguntarte, si tu me querías, pero no quería parecer tan débil.
Quizás he estado soñando.
En esta gran cama California, nos separan diez mil millas, apuesto a que California reza a estas estrellas, por tu corazón, por mi.
M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario