sábado, 26 de marzo de 2011

31.

Ahora soy uno de esos cuerpos sin vida, una de esas flores marchitas, una fruta podrida, como una habitación vacía, como una nevera sin comida.
Soy el alma muerta que has dejado.
Me he ahogado en mi propio llanto.
Me he desangrado por las heridas abiertas de mi corazón.
Ahora solo veo negro y oscuridad.
Ya no oigo nada.
Solo quiero entrar en el sueño más profundo.
Y no despertar jamás.

M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario